lunes, 5 de abril de 2010

Ya es suficiente

Ella tiene los ojos cansados. Esta herida. Camina, se desliza, se muere. Nadie se da cuenta. Se derrumba con tal facilidad que aterroriza a los animales del bosque que la siguen sin comprender porqué. Se sienta a los pies de un árbol y escribe sobre temblores, amores, discursos políticos, filosofía y fallecimientos. No es bohemia, no es noctámbula, no es artista. No es nada. Tiene las manos frías y olvida que ha olvidado. No tiene ganas de seguir, no tiene ganas de soñar, no tiene ganas de escuchar, no quiere saber de células, de lunas menguantes, de pasajes oscuros, de hojas de roneo. Tiene poesía en sus huellas dactilares, se evade componiendo versos con brillos fosforescentes. En la oscuridad los relee y le parece divertido. A ratos ríe, se emborracha, fuma y besa. A ratos se queda en silencio mirando el infinito, recorriéndolo, pensando en cómo abandonar el barco sin dañar al resto de la tripulación. Lo ha intentado. Nadie se da cuenta. Esta herida, pero es superficial dicen los médicos. Esta deprimida, pero es superficial dicen los psicólogos. Esta perdida, pero lo ha estado siempre. Pide ayuda a gritos de silencios. Nadie la escucha. Tiene un universo perfecto y no es feliz. No es feliz. Nada la hace feliz. No esta muerta porque su corazón ha dejado de latir, lo esta porque es caprichosa y lo único que tiene claro es que no tiene nada claro.

1 comentario:

Edu dijo...

Siempre, no se sabe por qué, habrán incomprendidos y rechazados... y nadie que ayude y la confusión que crece...