miércoles, 13 de mayo de 2009

Bisnieta del SII

Tengo pocos recuerdos de mi infancia, algunos viajes al sur, galletas de vino remojadas en té en la casa de la abuela, revistas de Barbie y lápices de colores de la Zofri. Pero todas estas impresiones del pasado que guardo en algún lugar de mi cabeza, no puedo dejar de relacionarlas con el Servicio de Impuestos Internos.
He vivido una niñez prácticamente impregnada de los criterios de una de las empresas estatales más importantes del país, hija de uno de los linajes más antiguos; mi bisabuelo, mi abuela, mi madre, mi padrastro y un par de tías, fueron o son funcionarios del sistema tributario del país. Y desde chica me he tenido que acostumbrar a que la gran parte de la conversación en la sobre mesa el día domingo es acerca del trabajo y las novedades entre colegas. Y mientras jugaba con las aceitunas en la ensalada, escuchaba durante larguísimos minutos cómo sus problemas o partes del estatuto de la institución tenían nombres de números. Y me confundía, me perturbaba cómo eran capaces de crear un sistema de frases escondidas tras números. Que el 109 significaba “permiso día administrativo” o que el 3230 quería decir “formulario de inicio de actividades”.
Pero pese a ello, la gente del SII fue muy amable conmigo en mi dura niñez. Cuando mi madre recién separada de mi padre, me iba a buscar a las clases de ballet a media tarde y el resto de ella me escondía debajo de su escritorio, pintando, escribiendo y creyéndome artista, mientras me pasaba una montaña de papeles y lápices de colores que sus colegas guardaban para mí. También me dejaban hacer collares de clips y hasta ir a ponérselo al director regional que era un hombre robusto que siempre tenía dulces en el último cajón de su escritorio.
Todos parecían mirarme con adoración cuando entraba a la oficina, porque era como un poroto pequeño que no paraba de hablar de forma aguda y desesperante, hablando sobre planes de poner una tienda de collares artesanales, haciendo revistas con dibujos originales y trozos de diario pegados con stick fix. Y con los dedos pegoteados y sucios, recibía azúcar en cualquiera de sus manifestaciones: queque, cuchuflis, chupetes y calugas de frutilla. Simplemente era feliz, compraban todo lo que mis manos eran capaces de hacer, desde un dibujo de un pony azul hasta un anillo hecho con láminas de cobre que punzaban de forma horrible a quien intentara ponérselo. Lo compraban aunque yo no les diera boleta y supe apreciar el esfuerzo que hacian por ello.
Es por ello que le debo mucho al SII. Me enseñó a pedir la boleta después de comprar un helado y a no exigirla por el diario ni por los cigarros. Me enseñó que ese 19% que la gente paga por sus impuestos, van de forma honesta hacia el gobierno, y la gente que reclama que el país no avanza porque pagan muchos impuestos, desconocen que muchas instituciones públicas son los que hacen mal uso de los fondos. Aunque sé que no debería acusar a nadie, siento que por lo menos me ha convertido en una persona tolerante que ha visto y escuchado muchas cosas que han ayudado a comprender cómo funciona todo el sistema.


Finalmente, quiero decir que la foto fue tomada hace un par de días en la portada de Antofagasta, con Ivo la chinchilla del SII, el personaje creado para incentivar a los más pequeños a aprender acerca del sistema tributario en Chile en la página http://www.planetasii.cl/ pero es un animalito adorable y por sobre todo culto. Cuidémoslo, antes de que los flaites acaben con el.

Centro de salud mental

No parece ser coincidencia que el gobierno de Chile haya decidido comprar la gran casa azul que me gusta mirar por su estilo mistico, para convertirlo en el centro de salud mental de la ciudad. Y siento que la vida me quiere decir algo... ¿hay algo peor que saber que el hogar que alguna vez soñaste tener es ahora un sanatorio mental?
De acuerdo a muchas cosas, los enfermos mentales en su mayoría nacen con un gen maligno. Probablemente y como una vez muy bien explicó la revista "Insólito", las personas que nacen con alteraciones mentales siempre vienen acompañadas de un gemelo bueno con quien comparte el vientre de la madre. Pero el loco es tan loco que se come al otro loquito.
Y las cosas se dan así. Tal vez deberíamos agradecerle a Dios que sólo nos envía un nacido vivo para no hacer sufrir al gemelo bueno. (Que como todos saben, es tan bueno, que se muere primero... siempre dicen "¿por qué tuvo que morirse tan joven? aaaay es que ya cumplió su misión en la tierra - comentario de señora clorinda - )
El punto es que no me hace mucha gracia que se haya convertido en un hogar de locos. Porque ahora la miro y me parece más bonita que antes.

martes, 12 de mayo de 2009

Facebook es super cínico

El análisis sociológico del portal más popular de Internet



Según los últimos estudios realizados por una entidad secreta del estado, cerca de un 89% de la población chilena tiene y utiliza facebook al menos tres veces a la semana . Cabe destacar que el 11% restante es la población analfabeta-campestre de Chile, que sólo sirven de isnpiración para literatura clásica chilena y para justificar el retroceso en el desarrollo potencial y económico del país.


Nos enfrentamos a una página web cuyo diseño recatado nos perturbó desde que conocíamos fotolog, en donde podíamos cambiarle el color a la página, mientras que Facebook nos impedía agregarle parafernalia a nuestro "muro", mientras observábamos con curiosidad cómo nos rayaban el muro.


Esta cosa del Facebook tiene onda. Pareciera tener estilo sin rayar en lo superfluo, pareciera una conjunción del tipo de diseño clásico y sobrio que podría tener un preadolescente hasta un anciano agonizante. Por eso la gente adulta se une a la red más grande de contactactos en el mundo, porque tener fotolog es demasiado teenager y porque es por una "buena causa" encontrar a aquellos compañeros de colegio y universidad que viste dos veces en tu vida y a los que jamás hablaste. Pero es bueno tenerlos ahí, dentro de mis "amigos", porque de esa forma, si algún día (probablemente nunca) necesito hablar con ellos, ahí los tendre.


Y si bien nunca hablaste con algunos de ellos, sus propios "amigos" te agregan a ti y te aseguran confianza porque "tenemos 1 amigo en común" - amigo que no es amigo sinó un conocido - y por ende, no es ningún asesino en potencia que pretende acechar tu "perfil" para saber tu direción, número telefónico, lugar de trabajo o estudio y cómo se llama tu hamster. Pero es lo que uno cree, realmente puede sí se un psicópata escondido detrás de "una foto de perfil" de otra persona.


Luego, éstos mismos, sin siquiera haberte visto en la vida, te dejan un saludo de cumpleaños: "Hola, te deseo un muy feliz cumpleaños, que la pases genial y que todos tus deseos se cumplan. Te quiere, Jordy". Y te los tienes que tragar, mientras te rascas la cabeza y te preguntas cuán drogado pudiste estar para no recordar aquel rostro. Luego caes en la cuenta de que nunca los has visto pero que es "amigo" de mi "amigo" que no es más que un desconocido. Pero en el fondo agradeces la cantidad de amor recibida en "el muro". Pareciera una repugnante competencia de "quien tiene más saludos de cumpleaños en el feisbúc" y te hace feliz que la gente que has conocido en un carrete te salude y te diga que te quiere para el día de tu cumpleaños. Qué mejor que el ciber amor, podría uno pensar en este desquiciado mundo.


Pero el ciber amor no lo es todo en la vida, las relaciones sentimentales humanas también existen y no dejan de ser menos importante. De hecho, son éstas relaciones las que conocieron nuestros abuelos cuando aún no existía el Internet y antes de que los japoneses inventaran el tamagochi.

En Facebook también adoptas una relación sentimental, si quieres incluso puedes ventilarlo y poner con cuál de tus "amigos" de tu listado de contactos, se encuentra en "una relación complicada". Es complicado, claramente, Facebook fue muy acertivo cuando optó por poner la opción de la relación complicada, mientras que en países más conservadores es imposible poner que te encuentras en una relación con alguien del mismo sexo y cientos de miles mueren de hambruna en otros sectores del mundo. Es una relación complicada.


Todos exigen respeto hacia sus sentimientos. Y a la vez misericordia, les gusta que los consueles, por eso luego de tener una relación con alguien y cambian al estado de "soltero", no les molesta que todos sus contactos sean los espectadores del quiebre amoroso que vives con tu pareja. Y a nosotros, los ávidos lectores de portales de Internet, también nos da pena. Y dejamos un comentario: "Puchis, que pasó? Espero que te encuentres bien" y otros del tipo más bizarros: "Entonces el viernes vamos a tomar un vinito al parque pa pasar las penas Lucho, no estis triste compadre, arriba el ánimo que no se ha acabado el mundo". Pues claro que no se ha acabado, es cosa de hacer click a "En una relación con... " para volver a informarle al mundo que eres importante para alguien.Te hace inmensamente feliz y a tus "amigos" también.


Y Facebook nos sigue engañando, nos entrega test y pequeños cuestionarios con dibujitos que nos parecen extraños entre tanto blanco y azul. Nos señalan qué tipo de fruta somos, que clase de persona y que animal fuiste en tu vida pasada. Nos hace elegir entre cinco opciones "mis 5 favoritos sabores de helado" y luego buscas como imbécil entre 288 mil opciones, "pistacho, vainilla, crema mora, frutilla y lúcuma". Y te hace feliz, y haces cientos de aquellos test que muestran el lado que no divulgas a tus contactos. "Hey, conóceme, soy super interesante". Mejor ponlo de estado: "María Luisa Córdova se siente amenazada por Facebook mientras muerde una mandarina y cree que es interesante".


Y las fotos. Las malditas fotos por Dios. El sistema de etiquetaje de fotos en Facebook pareciera ser la solución a todos los problemas de recolección de imágenes tuyas que se reparten por la red. El único problema, es que tal vez no sea necesario que suban aquellas fotos en donde salias especialmente deforme y con un ojo chueco, ni mucho menos que te etiqueten y que aparezcan en las "noticias" de todos tus contactos. Ahora todos vamos a la página de "Inicio" para ver qué ha pasado en la pequeña farandulilla ciebrnética, quién terminó con quién, a quien le representa el color rojo, quién es sueprdotado y quien terminó ebrio en la fiesta de la universidad.
Somos todos personajes de un mundo virtual más patético que Habbo Hotel. Adoptas, junto con tu mejor foto de perfil, una identidad que le enseña a todo el mundo cuál es tu personalidad y cuales son tus gustos asociados a ella. Te permite mostrar realidad y esconder verdades, saturarse de la magia en red y perder conexiones reales con personas reales.
Otros, seguimos escribiendo notas. Fantásticas y acríticas. Espectactacularmente fuera de este mundo.

lunes, 11 de mayo de 2009

Laguna

Cuando leí la prueba que estaba al frente, mirandome con esa palidez enceguecedora y haciendome burla con sus letras mal tipeadas, supe que debía superar el inglés en mi vida. Es que es muy triste saber tanto y a la vez tan poco... y como no tenía lápiz grafito, estaba condenada a escribir con lapicera algo que después no iba a poder borrar. Y se me hace difícil asumir cuán estúpida puedo llegar a ser, cuando olvidé que por intentar abrir un molusco con los dedos, me partí uno de ellos y al presionarlo a la lapicera, manché de sangre la hoja blanca.
Caminé, con los tobillos rotos debido a unas zapatillas que me quedaban medias justas. Nunca las quise ocupar porque eran celestes (uno de los colores que menos me gusta) y con rayas extrañas. Son re lindas pero a mi no me gustan y además, olvidé que me quedaban demasiado chicas para mis casi 40 que calzo. Me remolí los sesos intentando recordar porqué no las usaba, y cuando había caminado unas ocho cuadras, recordé que me trituraban el tobillo. Graso error habermelas puesto y peor fue tropezar con ellas en unos tubos de la reconstrucción de la avenida. Más tonta me sentí cuando Tobías (el perro) esquivó, de manera inteligentisima, el hoyo que yo no había sido capaz de ver. Y mientras pensaba en el dolor de pies, mi dedo sanguinario volvió a abrirse y a despachurrar sangre a diestra y siniestras. Más siniestras que diestras porque fue la izquierda, de todos modos, no tiene nada que ver con mi tendencia política ambigua.
Sólo sé que hay días de mierda y días de pensamientos mierdas. El problema es cuando esos dos días te coinciden, lo que suele suceder rara vez, como esas enfermedades extrañas que le dan a uno de cada cinco mil billones de nacidos vivos. Es más o menos lo mismo, sólo que en aquellos días, lo mejor es quedarse en casa sin zapatos, no tocar ningún molusco y evitar por sobre todo los tubos en el suelo.
Buenas noches.

jueves, 7 de mayo de 2009

Ahorre 12.987 Euros

El otro día supe que un tipo escribió un libro de dieciséis páginas y por el cual cobra como trece mil euros. Su libro se trata básicamente sobre tres respuestas a incógnitas de la humanidad. ¿De dónde venimos, donde estamos y hacia dónde vamos? Y cobra semejante plata, de hecho, yo quiero ser la pionera chilena y abusadora plagiadora del tipo. Pero sólo cobrare 13 mil pesos. Es una ganga. Si quiere comprarlo, mándeme un mail a mi correo personal maria.luisa.cordovaaarobahotmail.com o de modo contrario visite mi página Web en donde aparece el número de mis secretarios.

Gracias ! ! ! ! ! !

martes, 5 de mayo de 2009

Julieta y el extraño

Y Julieta se perdía en pensamientos absolutamente incoherentes, pero otras; soluciones a catástrofes mundiales. ¿Cómo sobrevivir en este miserable pueblo que conocía la televisión a color hace dos años y que se reunían a ver matanzas policiales? A ratos Julieta se tomaba la cabeza con ambas manos y reía alocadamente, batiendo su cabello castaño, haciendo caso omiso a cualquier mirada extraña que le regalaban los peatones. Ella solo reía y algunas lágrimas se le resbalaban de la mejilla perfectamente maquillada. A ratos, su mirada se perdía en los cerros y en las formas de las nubes, otras veces se imaginaba sentada dentro de una bañera adaptada como sillón, con cojines de terciopelo fucsia y violeta y sentirse una mujer glamorosa perdida totalmente de la realidad, la más dura pobreza glamorosa. Y a veces sólo callaba y quedaba blanco. Para Julieta ese era el mejor estado. De hecho, estaba pensando en ello cuando llegó el extraño.
El muchacho llevaba una chaqueta de cuero café y una cajetilla de cigarros en el bolsillo derecho. Julieta miró al extraño, quien le dedicó una pequeña sonrisa y se sentó a su lado, despeinándola con el viento al sentarse.
- Oye Julieta, no fumes drogas – le dijo el extraño, mientras encendía un cigarro, sin levantar la mirada hacia ella. Casi como una recriminación, con unas notas de enojo y diversión.
- Oye extraño, no fumes drogas – le respondió Julieta de forma apresurada – fumar cigarro es igual o peor que mi tratamiento de belleza herbal – sentenció, mirándose las uñas pintadas de un perfecto coral.
Y de pronto su imaginación voló a la habitación de infancia de su mejor amiga. Juntas hacían collares de corales traídos de Brasil por su hermana, y estaban horas y horas por las tardes hilando cada pequeño coral blanco, cada pequeño coral anaranjados. Tomaban té con leche y galletas de vino, hacían competencias de quién se llenaba menos de migas el vestido. Y de pronto se dio cuenta de que el color coral se llamaba Rocío, como las gotitas pequeñas que se acumulaban en las hojas de los árboles más verdes que había visto en su vida, la de los parques japoneses en la capital.
Sus uñas eran de color coral. El extraño las observó, esbozó una sonrisa.
- ¿Estuvo de cumpleaños la Clara?
- No, lo está mañana. Y esta preparando un té para las amigas, no puedo llevar invitados y menos un extraño – le respondió Julieta, mirando un punto fijo de una piedra.
- Ayer estuve pensando en cosas con azúcar flor, en las roscas y los calzones rotos. Y recuerdo tantas cosas en escocés que no sé si soy de aquí o Escocia perdió un hijo – le contestó el extraño con gran naturalidad.
- ¿Cosas con azúcar flor? ¡Que exquisito! Panqueques con manjar, pero no de ese manjar simple, sino que con jugo de naranja. O Pomelo… hey, no era broma lo del cigarro, vas a prender otro y tendré que donarte medio pulmón… - le dijo la muchacha, acercándose a su rostro y quitándole el segundo cigarro de la boca y llevándoselo a la de ella, para terminar sentada nuevamente, casi recostada, mientras disfrutaba el cigarro de un extraño.
- De todas formas, estoy seguro que el que donara ese pulmón sería yo – le contestó riéndose – al paso que vas, morirás antes que mi último poema.
Julieta se acomodó la falda y el cabello desordenado, cerró los ojos y los elevó al cielo, mientras la luz la encandilaba con los ojos cerrados.
- Supieras la cantidad de formas brillantes que veo, son increíbles, son como space invaders que se quedan pegado en mi retina – comentó, feliz y en voz alta.