viernes, 23 de abril de 2010

Ellos

Tengo una relación extraña con ellos. Quisiera tenerlos a todos en mis manos, mirándome con adoración, dispuestos a hacer lo imposible por resolver mis dudas y mantenerme entretenida. Me gusta ver cómo lo intentan. La mayoría de las veces lo consiguen, y cuando alguno de ellos fracasa, no soy compasiva. Deben morir en el olvido o simplemente desaparecer de mi vida.

Creo que me he enamorado varias veces de sus fisionomías, me parecen tan dulces al tacto, tan perfectos y simétricos, equilibrados, hasta sus aromas desprenden sabiduría. No podría estar con alguno que se jacte de contarme tonteras sin un atisbo de inteligencia y una perfecta sincronía entre sus contextos y figuras literarias.

He llorado más de alguna vez cuando han venido a mí. A través de los años me han sorprendido de fantásticas maneras, han aparecido bajo mi almohada luego de esperarme todo un día de arduo trabajo, han viajado desde lugares imposibles y remotos hasta mi cama, he pasado noches enteras rebuscando en su interior aquellos significados que creí perdidos, besándolos y durmiendo sobre sus cubiertas.

Libros. Miles de millones de libros escritos en cientos de idiomas, repartidos por todo el mundo, en lenguas romances, en papeles desvanecidos, escritos bajo prohibición, copiados hasta la muerte, plagiados hasta el cansancio. Libros que tienen doscientos años, libros que aún no se imprimen, libros que jamás verán la luz. Infinitas posibilidades de creación. Feliz día mundial del libro.

1 comentario:

Edu dijo...

Muy bueno... los libros son cajitas universales... sabiduría intacta del hombre, para recordarnos que somos humanos.