Me gusta sentarme sobre el pasto a escuchar sus versos. Tienen una melodía increíble, un ritmo fantástico y una letra maravillosa. Me quita todos los pensamientos negativos de la cabeza y hace que me sienta desquiciada y absolutamente cuerda en la misma fracción de segundo. Enciende mis sentidos con su versatilidad escondida. La miro y no lo puedo creer. Irradia de esa magia que me condena a observarla de por vida. Ella dice que lo aprendió de mí y yo miro al espejo y la encuentro tan poco atractiva, pero tan distinta.
1 comentario:
me gustaría escuchar esos versos de ella que eres tú y que es distinta a tí...
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