martes, 30 de marzo de 2010

Todos los días son domingo

Que aburrido. Hoy es martes y lo siento tan domingo. Ayer lunes también tenía tanto sabor a domingo y estoy segura que mañana será mi cuarto domingo consecutivo. Así, lentamente me convenzo que los días de la semana están conspirando para provocarme esa sensación dominguera tan… inútil. De la mala programación de la tele, de la sensación de soledad pese a estar ahogándome entre la masa de gente, de la desesperación de no hacer nada, hasta la predisposición a caídas violentas del ánimo. Domingo. ¿Qué más le puedo pedir a un martes que parece domingo? Hasta el clima del séptimo día me parece tan rutinario, tan nublado, tan aburridamente olvidado. Todos los días de mi semana son domingo, todos los días se miden en distintas escalas de grises y a veces, solo a veces, tienen matices de rosa y otros, de amarillo.

1 comentario:

Edu dijo...

A veces nos dejamos arrastrar por esas sensaciones domingueras de inutilidad...