miércoles, 3 de marzo de 2010

Campos de fresas por siempre

Dejame llevarte hacia dónde voy. ¿El problema? No voy a ninguna parte. También me lo susurra el maestro Calamaro y un montón de cantautores sedientos de respuestas... de dónde vengo y hacia dónde voy podrían ser las premisas de cosas que nadie quiere pensar por miedo a la respuesta. Podría inventar un espacio y un tiempo nuevo, y dirigirme hacia lo desconocido que pueda saberme a caramelo claro y tibio, como los ojos de mi amor antes de saber que era amor. No sé si tendría claro saber a dónde vamos o todo el universo nos ha pintado un campo de batalla humano, disfrazado de fresas, que no son más que charcos sangrientos de dolores pasado. No sé si nos resolverían las dudas, de todas formas, es la mejor manera de asumir que voy a algún lugar sin saber dónde mierda queda.

1 comentario:

Edu dijo...

Esta es nuestra vida, un viaje, sin destino específico... sólo vamos por ir hacia donde nos empuje la razón el amor o la locura... hasta allí, muy pocos van acompañados... tal vez terminemos como Odiseo, quien regreso solo a Ítaca.