martes, 30 de marzo de 2010

Dulces sueños

Ahora que he despertado después de tantos años de profundos sueños extraños, he entendido que nada de lo que comprendía tenía mas sentido en mí, que saber que en algún minuto debía despertar. Abrir los ojos suele ser un problema para tantos corazones. Despertar de corrientes somnolientas, de retazos de almohadas vacías y figuras retóricas relacionadas con pasajes de mis memorias, perdidas durante el día, que recogía con total presunción durante las noches en que soñaba.

Ahora que he despertado, en un comienzo, duele un poco abrir los ojos. La luz se cuela por los rincones que no esperé vislumbrar halo de luz alguno, pero lentamente mi retina se acostumbra a esas voces enceguecedoras, a esa idea perpetua de que existía algo más que oscuridad y hastío.

Ahora que hay más luz, me tropiezo menos con las cosas que no veía porque dormía mientras caminaba o hablaba. Ahora creo que las nubes son más lindas. Ahora comprendo que me perdí tanto, pero ahora es cuando más siento que es tiempo de recuperarlas.

1 comentario:

Lucía Mon Amour dijo...

Siento algo parecido, pero sin manera de recuperarlas.