miércoles, 23 de septiembre de 2009

Consumiendo patriotismo

Las fiestas patrias cada año nos saben menos a empanada y a chicha. Sí, en cambio, nos saben a publicidad conducida hacia el consumo de sofisticadas parrillas que prometen entregar el mejor sabor dieciochero. Si hasta hace algunas décadas vestir ropa nueva, pintar las fachadas de las casas y poner banderitas en cada una de ellas sin la presión de recibir un parte por no hacerlo era signo de patriotismo, hoy los chilenos compramos volantines plásticos a quinientos pesos y bailamos cumbia en las fondas, mientras degustamos el amargo y desvirtuado sabor de septiembre. Viva Chile.

No hay comentarios: