El amor caleidoscópico y la realidad perpetua de los constantes cambios cromáticos, me devuelven la tranquilidad de saber que las cosas se tiñen de distintas tonalidades a medida que da vuelta el tiempo. El amor es como un caleidoscopio. Nos presenta determinadas formas y colores en establecidos movimientos, sin embargo basta una pequeña inclinación para que todo cambie y el amor se disuelva en retazos de alteraciones coloridas. Se mezclan rojos con azules para crear violetas y azules con amarillos para formar verdes. El amor caleidoscópico nos desestabiliza las emociones, pero siempre nos brinda un maravilloso espectáculo de color.
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