sábado, 27 de octubre de 2007

PAULOIS Y MARIE LOU - Capitulois uno



Hay alguien en el mundo que podría contaros la historia. Que puede cantarla como un poema lírico, como si fuese una novela caballaresca. Como la del noble hidalgo desequilibrado. Lúdica pero un poco extraña a la vez.

Y es que cuando existen dos personajes tan apasionados en su arte desgraciado, la historia se vuelve un mal de lucuras, odios, envidias, amistad y amores donde éste no fue sinó la antagonista de esta tragedia encaprichada.

Presentaos ante vosotros,
la historia de PAULOIS Y MARIE LOU.


Corríase un año biciestro, cuando las golondrinas emigraban mas menos en la fecha en que las gaviotas comenzaban a vomitar el borde costero debido a las altas intoxicaciones de harina de pescado del puerto de Calderopolis. Tal vez, 80 kilómetros al oeste, se ubicaba una comarca llamada Copiapolis. Veíase allí un santo colegio católico, cuyas manos habíanse alzado ante Dios para ofrecer la mejor educación a sus pupilos. Su director Rosaliano, era un travestiano de la comarca española, cuyo bigote bajo los labios carmín provocaba risas debido a su aspecto pintoresco.

Los alumnos se agrupaban en aulas de madera cubiertas por paja traídas desde el oriente, aromáticos incienzos rodeaban los pupitres y el ambiente catoliceano se respiraba hasta por los poros.

Era el primer día de clases para cientos de nuevos alumnos cuyas edades bordeaban los quince años. Paulois provenía de una familia acomodada cuyo padre era juez de la comarca y su madre se encargaba de supervisar que nadie excediera en grasa. Porvenía de la enseñanza musical del extremo norte de la comarca copiapoliciana, y se especializaba en interpretar dificultuosas notas musicales con las palmas de sus manos repitiendo "rosa juan, rosa juan, rosa juan".

Maria Lou provenía de una familia cuyo padre arreglador de molares deambulaba ofreciendo distintos menjungues para dolores de encías. Era una chica delgada y poco agraciada que gustaba usar vestidos de colores fuertes.

Coíncidía el primer día del mes de marzo en que Paulois y Marie Lou se había visto por primera vez.



Continuará...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me gusta la idea épica de esos primeros momentos de amistad. No sé, me recuerda un poco a mí y mi mejor amigo. Aunque sin tanto detalle bonito, claro, nuestra historia podría ser contada por Poe, Baudelaire o Bukowski. Un alcohólico necesariamente.

Espero la continuación. Oh.
Besos, mientras tanto.