viernes, 26 de octubre de 2007

En el cielo


Me siento un poco triste. Tengo pensamientos profundos, me siento pequeña y vulnerable ante el mundo tan cruel.
Después de releer Romeo y Julieta y tomarme dos cafés loft, me dio una cosa extraña. No se si fue la cafeína o fue por el decimo segundo piso o porque tengo una vista espectacular hacia los futbolistas en el estadio, que me dio el mareo y el ahogo de la Olguita Marina que se me sale en momentos bajo presión.
Que ganas de arrancar de todo y dejar todo a la mitad.
Respiré como se debe respirar, de la manera mas sensata, para calmar los latidos tan fuertes del corazón y tranquilizarme. Me senté en el suelo de mi nueva pieza y traté de serenarme. Quería llorar... pero iba a asustar a mi mamá. Quería llorar sin ningun motivo.
Me duele la espalda todo el día, mi bruxismo maldito en vida que me carcome y me provoca cefaléas constantes, y la horrible sensación angustiosa de que me siguen y que no tengo futuro y que las cosas se pondrán feas y mirar hacia el primer piso y tratar de achuntarle con el chicle a un macetero al final, donde las personas parecen hormiguitas... y nunca le achunto y no podía dejar de llorar.
Asi que fuimos al supermercado, y me tomé un jugo de papaya. El jugo de papaya me desagrada un poco, pero hoy quise tomar jugo de papaya porque andaba atravesada y cuando uno anda atravesada tiene que hacer todo al reves de lo que se hace normalmente, para sentirse comoda en su propia piel.
Y es que hoy no fui yo, y no saludé a nadie en el pre y tuve sueños desgraciados y lloré por Romeo y Julieta, ambos tan malditos y tan weona la gente medieval. Y Shakespeare siempre produce ese efecto lacrimógeno en mi.
No se que onda en mi cabeza, no se si los nacidos el 29 tienen problemas de multi personalidad, ay no se, me voy no se que estoy escribiendo. Igual saludos para ti sebastian, no creas que no me preocupa que se gasten 200 lucas en pastillas. No sé que onda.
Se despide tu amiga Barbara, pero dime Barbi.
Adios!

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