sábado, 30 de octubre de 2010

Olvidar el olvido

He olvidado tanto, tanto que ya olvidé lo que he olvidado…

No es malo que la memoria sea frágil, sino todo lo contrario, pues se trata de un mecanismo de autodefensa. La memoria necesita resetearse cada cierto tiempo para librarse de los estigmas de siniestros recuerdos que entorpecen el continuo del tiempo y el espacio y nos permiten continuar con nuestras vidas. Es sencillo, nuestra memoria es como un pendrive de muchísima capacidad, incluso algunos expertos abrazan la posibilidad de que la memoria es ilimitada y por tanto, los conocimiento que podemos insertar allí son infinitos. Sin embargo, hasta un pendrive de infinita capacidad se pone lento al ejecutarse una vez que esta sobrecargado de información. Y allí entra la amnesia temporal en ciertas situaciones, es como el salvavidas de la mente. La mala memoria nos ayuda a que nuestro sistema operativo no se quede pegado en algún suceso específico, es ésta la razón del porqué no recordamos todo... nuestra mente nos protege de nosotros mismos.

Seguiré olvidando tanto, tanto que ya olvidé lo que debía olvidar…

1 comentario:

Veronique dijo...

Que impredecible es el olvido!