sábado, 4 de septiembre de 2010

Te odio Internet

Estoy comenzando a odiar el Internet. Me inhibe las ideas, me incita a meterme a google a buscar aquel párrafo o frase idónea que necesito para la construcción de mis discursos. Oh, igual suena bonito decir eso, como si yo fuera capaz de dar un discurso. ¿Sabia usted que yo no sé disertar? Es divertido captar cuales son las muletillas de las personas que no tienen el don de la palabra, algunos repiten "eeeh", otros se meten las manos al bolsillo y las mueven, mientras otros hacen gala de excelentes pasos de baile frente al auditorio.
Pero Internet tiene la culpa. Me he vuelto memoriona, no importa si no entiendo ni un rábano lo que dice el texto, sólo me limito a memorizarlo y repetirlo como un robot asqueroso del siglo XXI. Puedo decir miles de palabras que desconozco, me meto a google, pongo: "sinónimo de..." y todo a la palestra rápido, eficaz y en cómodas cuotas precio contado. Ya he perdido el hábito de buscar en el índice y hojear un libro. Me da susto esta cosa... luego de los e-books, ¿qué vendrá?No quiero aprenderme las cosas porque sí. Quiero aprendermelas porque no.

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