miércoles, 22 de septiembre de 2010

Antes

Antes de que la madrugada te recuerde mi número, detente y piensa un poco más acerca de lo que creas que es correcto.
Antes de que el alcohol te golpee con imágenes antiguas, cierra bien los ojos, recuerda; son pedazos de estrellas vacías, trozos de recuerdos desvanecidos por el ácido de los días y la corrosión de las conclusiones vacías.
Antes de que te decidas a dejar de manifiesto tu falsa preocupación, ten en cuenta que ya no tengo ganas de prestarles atención.
Antes de que creas que puedes sostener ilusiones suspendidas en el aire, es necesario que sepas que para mí ya no son importantes.
Antes de que te duermas con la satisfacción de creer que estaré para siempre, ten presente que en mi mente ya puedo disolverte.
Antes de eso y antes de todo lo demás, recuerda, que será otro el que tendrá que olvidar.

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