domingo, 19 de septiembre de 2010

Composición

Nunca esperé algo de ti, excepto todo lo que tenías y eso también lo deje después.
Mi memoria repasa todas tus tonadas.
Me despido lentamente de todo lo que te hacía real.
En lo profundo, realmente nunca esperé algo de ti.
Parece ser ése el consuelo, la clave musical de toda mi paradoja.
Te escribo con azúcar, mis palabras son miel en tu retina.
Se construyen con todas tus falencias y mis dolores.
Se disuelven en agua.
El amor es tan universal como tus ojos muertos.

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