sábado, 13 de septiembre de 2008

No te suicides por favor

Que decadencia más penosa. Mientras más trato de no morderme las uñas, menos me las veo porque me las mastico como si de ello dependiese mi vida. Eso me recuerda a un proverbio griego que sugería cortarme los dedos de ambas manos, pero lo que estos imbéciles no sabían es que en cierto país, va contra la ley pedirle ayuda a alguien para que te descuartice los dedos, y al final sólo podría machacarme los de la mano izquierda. Pero la derecha quedaría invicta, y eso sería una decadencia aún más penosa.
Como los suicidas que nos les resulta atentar contra sus vidas. Siempre me lo he preguntado, si el 80% de los intentos de suicidio son frustrados, al 20% que si les resulta irse al infierno ¿son superdotados?. No estoy de acuerdo, creo que ése porcentaje grande lo hace para llamar la atención.
"Mira ahí va esa niñita, ésa po, la que se trato de ahorcar con tela y su mamá la pillo con un calcetin a medio enrrollar en su robusto cuello... que chiquilla más tonta"
Resulta triste fracasar en ciertas cosas en la vida, pero más triste es no poder siquiera dejar que tu propia alma fluya hacia un "no se qué".
Estoy muy en contra del suicidio, y siempre he dicho que sólo lo haría por algunas razones excepcionales como: quedar absolutamente sola en todo el planeta, que venga un meteorito que amenaze con aplastarme violentamente, estar en el espacio exterior desprovista de oxígeno o quedar flotando en mar abierto sin ayuda posible. Ah, cabe destacar que también lo haría si tuviera una enfermedad mortal que me aquejara con inmensos dolores insoportables.
Caminaria, lentamente para así llenarme de aire tóxico de la ciudad, me tomaría unas cuantas pastillas milagrosas, media botella de tequila, me comería unas aceitunas, abriría un libro de poesía española y me iría feliz en el sueño. A no ser de que el meteorito sea muy rápido y no me quede otra solución que pegarme un tiro.
Ahora, el asunto de mis uñas, me importa un rábano. He llegado a un punto muy maduro de mi pensamiento. Déjenme seguir pensando...
¿Cómo consigo aceitunas si estoy en el espacio exterior?

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