miércoles, 4 de febrero de 2009

El maldito regeton

Yo no sé porque no me han insertado ese maldito chip que los de la CIA le pusieron a la mitad de los jóvenes de mi edad. Ese chip que te indica que tienes que moverte de forma sugerente en las discos y cantar con mimicas cada trágica canción que todo el mundo pareciera saber. Hay algunos que no se saben el himno nacional pero son capaces de cantar el disco completo de Daddy Yankee.
Como este es mi blog y hago lo que quiero, les cuento que me desagrada el regeton. Partiendo por su nombre desagradable que nadie sabe como realmente se escribe, y además porque todas las canciones tienen la misma base y las canciones es una repetición constante de versos y coros simultáneos.
Aún recuerdo aquel día en que escuche el primer regeton. Era un verano no tan caluroso como el actual. Una noche en un camping de bahía inglesa, fuimos con mis primos a un lugar que se llama “la pérgola” que es el centro de reunión de padres que jugaban dominó y niños que por las mañanas tenían cursos de artesanía con conchitas. La cuestión en sí, es que aquel día había una pseudo discotheque. La gente que frecuentaba el lugar venía de la capital y nos obligaron a poner un cd de una musica que me pareció increíblemente extraña, me cuesta describir la primera reacción que tuve al oír la palabra gasolina en una deformidad de sonidos que no conducía a nada. Recuerdo que me retiré y fui a comprar churros con manjar y no supe nada más de ese tipo de música hasta que se masificó y lo empecé a observar de nicks en messenguer y en los ringtones de celulares.
Primero pensé que podría ser como el axé, un baile estúpido que todos bailamos alguna vez y que ahora se presta para movidas kitsch y sólo logra risitas en los lugares donde vuelven a poner dos o tres temas. Pero el regeton nos persigue hace ya un par de años y realmente me asusta.
Es cierto que cada uno tiene sus propios gustos y no debería descalificar a aquellos que no pueden manejar, carretiar, respirar ni andar en bicicleta sin andar con los audifonos contaminando la acústica con esa musica infernal. Es verdad, yo admito que he bailado, porque si no lo hago quedo como una amargada constipada, y la verdad es que prefiero mover los brazos un rato antes de quedarme sentada toda la noche mirando los puntitos blancos de despiden las bolas de la disco.
Hoy volvía a casa, cerca de las tres de la mañana y puse la radio, comencé a buscar alguna canción que me gustara y llegue sin haber pillado ninguna, sólo escuche temas que salen en las novelas nacionales y el horrendo regeton. ¿Pero dónde estan los Beatles, Queen, The Doors, Ray Charles, Bono, The Clash, The Cure, The beach boys, Joe Cocker? A ellos no los escuchas en la radio a no ser de que sea una radio que tenga mala señal y mala sintonia. Porque la gente ahora piensa que una buena canción es aquella que rima sin importar el contenido, y que tenga sonidos raros que sirvan para ahcer algún paso especialmente indecoroso. Las personas ya no se dan cuenta de que aquello que cantan no tiene sentido alguno, no tiene profundidad, son carentes de esencia y son solamente plagios de otras canciones similares con distintos acordes y distintas letras.
El estilo de musica es el soundtrack de nuestras vidas, personalmente prefiero morirme sabiendo de que el amor prevalece por sobre la violencia y no haberme pasado la juventud disfrutando del “que no pare el sandungueo”.

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