jueves, 16 de junio de 2011

Declaración

Si lo hago, es porque sencillamente no me resigno. No quiero creer que será así durante toda mi existencia. Esta evasión es solamente producto de que no quiero que todo esto sea en vano. Debe haber algo más. Por eso juego a destruir corazones de diferentes y macabras formas, perfeccionando mi maldad para elevarla a niveles insospechados.

Lo enciendo.

Se me apaga.

Lo vuelvo a encender, con más de alguna preocupación rondando por mi cabeza como nubes en un día de verano. Lo llevo a mi interior y me parece hermoso. El sabor de sus caricias en mi garganta, con ese toque de frutos rojos y menta fresca reverberando en mis entrañas.

Enciendo un bosque de besos que la tierra me ofrece para soportarlo todo.

1 comentario:

Pepe Gil dijo...

Terrible declaración que hay que leer una y otra vez para llegar al trasfondo. Uno no sabe si escribe una mujer fatal, la que va rompiendo corazones, o una mujer que está bebiendo pisco sour al mismo tiempo, por aquello de que recorre suavemente su garganta... Llena de una poesía y de un mundo difíciles de escudriñar, pero que dejan ver una inteligencia fuera de lo común, con una capacidad de síntesis y de comprensión dificiles de igualar. Tendré que leerlo más veces, sin duda, porque en cada ocasión me sugiere cosas distintas.