lunes, 3 de marzo de 2008

Verano

Sé que quizás la peor ciudad para vacacionar (después de Calama, por supuesto) es Copiapó. Pero a mi igual me encanta mi ciudad. Uno, porque a eso de las siete de la tarde los cerros se tornan rosados y dos; porque conozco el sentido de las calles y así evito chocar con otros vehiculos. Que torpe.
Aunque no me gusta la calidez del pelambre de su gente. Suena feo, lo sé, pero es increíblemente cierto aquello de "pueblo chico, infierno grande", todos se conocen, todos saben de ti, todos hablan de lo que haces, todos conocen tu fotolog, todos creen que tienen derecho a opinar y en fin... nadie tiene derecho a nada.
Y me desvio nuevamente, no quería irme por las ramas, pero "todas las ramas tocan el cielo" (dicho estúpido, dicho por una estúpida, averigüen quien es la autora de tamaño libro farandulero).
En fin, yo iba a otra cosa; Verano.
¿Que sienten con esa palabra? Por supuesto, brisa de mar o montaña, sol, arena, amigos, flojera, alcohol, sedentarismo, etc. Pero las vacaciones van más allá de eso.
Por ejemplo, en mi caso, yo he estado de vacaciones hace como dos años. Cero preocupación por un futuro cercano, cero motivación, y nada de satisfacción personal. ¿Se han dado cuenta de eso? Mientras más sufres, torturandote mientras estudias, más dulce te saben las vacaciones. Porque te las mereces, proque fuiste de esas malditas hormigas obreras, de las que alguna vez mi amigo Paulo habló. La rutina, la asfixiante paradoja.
¿Mi verano?
Increíble. Vacaciones; increíbles. Sueños, noches y atardeceres increíbles. Amor, amigos, distracciones, etc. Aunque también, puedo decirles a ciencia cierta de que no fue un buen mes, febrero. Por motivos personales de autoflagelación mental y por haber chocado un auto.
Pero siempre hay de todo un poco, y estoy conforme.
Hubieron algunos fines de semana en que con amigos, tomamos el auto y nos fuimos a la playa, practicamente a la vida, con dinero justo para pagar un lugar donde tirar carpa y dinero de sobra para comprar cerveza. Y fueron noches realmente lindas, de conversaciones profundas, llantos y canciones. También hubieron roces entre amigos, que me parece totalmente natural, porque las personas somos hinchapelotas, nos gusta tener la razón y nos gusta ese reconocimiento posterior de la persona humillada.
También, en este verano celebré mi cumpleaños. Muy piola ah? Sólo familia y amigos muy cercanos. Una noche muy linda también, partiendo por el discurso de mi hermana que logró sacar lagrimas a la abuela, un viaje fugaz de uno de mis mejores amigos, que sólo fue por un rato y por supuesto, el amor y el tequila que engalardonaban el ambiente.
Creo que fue un buen verano. Pero estoy ansiosa, espero de corazón que el próximo verano sean tambien vacaciones, de esas bien merececidas, estrujarme el cerebro estudiando para que el día en que termine exitosamente el primer año, pueda tirarme las pelotas (si las tuviera, por supuesto) sin que nadie me diga nada.

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