lunes, 28 de julio de 2008

Escribir es bonito

Lo miro de frente y con mi peor cara de asco, le digo que no comprendo como puede amar la idea de ponerse guantes quirúrgicos y registrar entrañas desconocidas, y presenciar sangre, visceras y cuanta porquería de órganos.
El otro toca la guitarra, lo hace bien, es delicado, personalmente me encanta, pero todos los fans de don Omar lo quemarían en la hoguera porque a ellos no les llega la pasión que desborda el rock británico.
Ella va en cuarto año de leyes y me recita capítulos completos de la constitución y yo no comprendo de dónde saca masa encefálica para recordar tanto número.
Todos se sienten cómodos desarrollando sus aptitudes, que por más retorcidas que me parezcan, las respeto porque me gusta que me respeten, (igual, les digo en sus caras que jamás en mi vida estudiaria nada con números o células) por eso, creo que al ser partidaria de el arte más sutil al que sólo el analfabeto no puede comprender, soy fanática de cada letra. Letra como ícono incluso, la maravillosa forma de la "f", y recuerdo que cuando iba en primero básico ocupe un cuaderno completo de caligrafía porque me costaba escribirla. Y mi profesora de matemáticas nunca logró enseñarme a restar, iba en segundo medio y saca mi arcaico celular resistente a cualquier caída macabra, y restaba con la calculadora integrada. No hubo caso. Odiaba desde chica la sangre, por el hecho de que veía gotitas de ella en el delantal de mi papá.
Lo hermoso de escribir es que todos lo hacen. Publicandolo en un blog o no, todos nos hemos sentado a escribir porque nos ha nacido, un poema, una canción, una frase, una carta de amor, una columna de crítica irónica -como la mía- no con el fin de que todos te lean, sino de crear una bitácora virtual a la cual recurrir a las seis de la mañana cuando la fiesta se ha terminado y las ideas escasean.

jueves, 24 de julio de 2008

Viva la vida - Coldplay

Hoy registro una caja con cosas que no sabía que todavía guardaba, cartas de amor de un psicópata lleno de espinillas que me seguía a los quince años, papeles de "candys" y turrones extra duros que lograron sacarme un pedazo de muela sobreviviente del tratamiento conducto. Miro el estuche de cd's y me mira con nostalgia el primer disco de coldplay, negrito, con su sello rojo, casi rayado completo.
¿Se les habrá echado a perder el negocio a los reveladores de fotos? Ahora la gente (a excepción de la Zulema, la amiga de mi abuela que tiene 70 años) sacan fotos con cámaras digitales y ya casi no las mandan a revelar porque es más fácil conectarle un cable y pasarlas al laptok que darse la lata de ir a desarrollarlas.
¿Habían pensado en eso? ¿Pasará lo mismo con los cd's?... creo que en unos años más, será tan poco común tener un cd de música original, como guardar en el fondo de la cartera un billete de 500 pesos. Súper interesante.
Tengo que escuchar a Coldplay. Me digo yo. Porque a veces hablo sola, soy un tercio, no media loca. Pero si escucho un cd, tengo que hacerlo con estilo en un equipo de música, una lata meterlo al laptok, porque puedo bajar la canción de internet o verla en youtube y perderá el misticismo de lo antiguo y revelador.
Trouble suena limpio y moderado. Hasta más bonito que en el computador. Cierro los ojos y me devuelvo a mis quince años, cuando mi mejor amiga en ese entonces me regalo el disco para mi cumpleaños y nos dedicabamos a escucharlo doce veces al día, los siete días de la semana y los tres meses de vacaciones que teníamos. Lo llevamos a Tongoy, lo puse en mi "cd stereo" (¿esas cosas todavía existen?) y lo llevaba en la guantera del auto, soñando que algún día marisour pondría un reproductor de cd en el auto, pero tenía que tragarme el casette de chayanne y más encima callada.
Coldplay me evoca a tardes silenciones, de nubes rosadas, de suspiros y risas agudas, de rituales de escritura en maquinas de escribir que caducaron hace años, de pan con palta, tardes de recoger hojas de los arboles y pegarlas en paneles gigantes, tardes de arena dorada y viento, con la panorámica copiapina y con los pies llenos de tierra. Me recuerda al sabor de los inkats, de los frugeles, de los sobres que traían manjar y que costaban cincuenta pesos... me recuerda a su voz, a sus pestañas, y a su forma de poner la boca hacia el lado porque estaba pensando en paneles solares.
Con coldplay me enamoré y me desencanté.
Y ahora "Viva la vida", el último disco de Coldplay, que pretendo comprar con la primera mesada que tenga en mi mano, se convierte en la consigna de las cosas nuevas, de una etapa increíblemente hermosa. Suenan los violines, y previo desencantamiento, me vuelvo a enamorar.

miércoles, 23 de julio de 2008

No se restar

¿No les pesa en la conciencia ir a dormir sabiendo que no te leíste la maldita guía de filosofía que sabes perfectamente que entrará en la cátedra de mañana y que si no te sacas sobre 5, te echas el ramo?. Me siento terriblemente culpable en todo aspecto, asumo mi culpa y de paso me golpeo el pecho repitiendome a mi misma, "no lo volveré a hacer".

Le adjudico mi flojera hiperactiva a mi suerte. Porque creanlo o no, tengo suerte de tener rojos superables, sabiendo que practicamente no estudio para los ramos que no me gustan (como economía por ejemplo) es que me carga tener que analizar gráficos porque según la mamá de una amiga que sabía sacar el karma, me dijo que yo me mande una embarrada del porte de un burro en una de mis vidas pasadas con algo relacionado con las matematicas. Y de pronto, se me enciende la ampolleta y digo: "claaaaro... por eso salí de cuarto medio con promedio rojo en las asignaturas que tenían numeritos" y me doy cuenta que nunca comprobé si mi avergonzante promedio era realmente así porque no se restar.

El meollo del asunto es que es endemoniadamente dificil restar, más que sacar los cosenos, las tangentes y los logaritmos. A mi me cuesta tanto que incluso hacía torpedos en el colegio, y trataba de recordar que cuando uno resta, el numero mayor va arriba y el menor abajo, y que se empieza de derecha a izquierda, y todas esas formulas extrañas matemáticas que no entiendo.
Siempre he envidiado a los amigos que desde chiquititos decian: "cuando grande, quiero ser médico" y ahora está en cuarto año de medicina en una universidad de gran prestigio, o el caso especial de un amigo que siempre solía decir "cuando grande, quiero ser trapecista" y ha pasado por varias academias de artes que terminan rechazandolo por loco. O el caso de un amigo que siempre quiso afilarse los caninos (mal llamados colmillos) porque anhelaba ser un vampiro. Pero, ése es tema de otra entrada en este blog, el tema aquí es que yo siempre quise ser escritora, que resulta casi tan complicado como ser trapecista, cajera de supermercado o carnicera.
Al final, saber o no restar, da lo mismo. Todos los celulares traen incorporado hasta el más prehistórico sistema de calculadora. Pero yo puedo dar fe de que no saber restar, me abrio las puertas a un mundo donde, si los números no están escritos con palabras o Neruda les haya hecho una oda, es arte del mas puro para mis sentidos.

lunes, 21 de julio de 2008

Mi primer frente

Del belga Carlos Hallet
"Sugerencias" llega a Chela Lira

“La exposición de acuarelas del sacerdote jesuita estará abierta al público hasta fin de mes.”

Por: María Luisa Córdova

“Sugerencias”, es el nombre de la nueva exposición presentada en la Universidad Católica del Norte (UCN) a cargo de la Dirección de Comunicación y Extensión (Dicoe) la cual inauguró este martes la obra del artista y sacerdote jesuita Carlos Hallet, calificada como una exploración del color y la luz de los paisajes de Chile.
El objetivo de la muestra, según el propio artista, es reflexionar en tiempos donde hay muchos que parecen virtuosos y se conforman con una vida placentera y cómoda, más que una devoción trabajosa y sólida.
“El autor interviene sin vanidad la naturaleza y el territorio, explorando con el dibujo y el color, los paisajes de Chile”, expresó Claudio Ostria, académico de Arquitectura de dicha institución, quien además señaló que las acuarelas expresionistas invitan a superar las adversidades de la vida, glorificándose y alabando el amor divino.
La inauguración de la exposición que cuenta con 42 acuarelas, fue presidida por la directora de la Dicoe, Heleny Mendiz, quien se refirió al trabajo del artista como, “cálida, moderada, suave y plena de fortaleza”.
El evento contó con la presencia de las máximas autoridades de la UCN, tanto rectoría y académicos, como alumnos interesados quienes destacaron la labor del sacerdote jesuita.
La exposición es de carácter gratuito y estará a disposición de la comunidad universitaria y regional, durante todo el mes de julio.

sábado, 19 de julio de 2008

Peripecias de una perna in the dancefloor 2.0

Aquí es distinto. Aquí es especial. Aquí se me corta el sueño, se me quita el lumbago, me olvido por un instante de los dolores molares que me aquejan. Miro sus rostros conocidos, sus frases hechas compactas y ridículas y me alegro de estar sentada incómoda en el asiento trasero de la camioneta de Romeo.
Me acaban de venir a buscar, las niñas se ven súper lindas, y yo me acabo de bajar del auto porque llegué de Antofagasta. No alcanzé a peinarme, ni maquillarme ni nada que termine en "me". Pero no importa, me pongo la bufanda de mi abuela, agarro mi cartera y me subo a la camioneta.
Les cuento a mis amigos que no quiero tomar más alcohol, y se ríen porque me conocen. Hablan estúpideces, inventan situaciones triviales cuyo formato de risa es ver a dos personas a lo lejos parados uno frente a otro, y uno de mis amigos, imita las voces de los supuestos personajes.
Nos desternillamos de la risa. Romeo saca uno, otro amigo se queja de que nunca le hace efecto, y yo ya siento que tengo esa sonrisa chata y veo cosas que comunmente no veo.
Nos paseamos de antro nocturno de la perdición, a otros antros nocturnos del pecado. No sabemos que hacer, en algunos lugares es demasiado caro carretear, las entradas bordean las cinco lucas sin siquiera traer cover.
La Rozio dice que ella puede carretear sin tomar copete, pero que eso le significa, terminar la fiesta con mucha gente ebria y jugosa mientras que ella siente que no se atreve a mucho sin el elixir etílico. El Pino dice que él tomaria, pero que todo le cae mal a la guata. Y todos nos reímos de su desgracia.
Finalmente logramos entrar a un antro copiapino, demasiado conocido como para señalar su nombre. Dentro del local, pequeño y rodeado de ventiladores que no consiguen espantar el ahogo maldito, nos sentamos en una mesa luego de cobrar los vodkas que tuvieron que pagar los niños.
Como estoy en las nubes, pienso que nosotros mismos fomentamos el machismo... ¿Por qué los niños tienen que pagar y las mujeres no? ¿Es una estrategia de marketing?. Por el momento no me molesta porque así ahorro plata pero al final, me parece muy injusto.
Los niños conversan y miran con cara de babosos a unas pokemonas cuyos bultos estomacales y las zapatillas de neón nos indican que es tiempo de sacar a bailar a los babosos. Bajamos las escaleras que va directo a la pista de baile y comienza el primer round.
Yo me limito a mover los brazos inanimadamente, porque estoy pegada pensando cómo metieron una palmera dentro del local. Luego me doy cuenta deque la palmera es falsa y me obligo a razonar mejor. La chica de al lado, que no la conozco, tiene la mano puesta en el trasero del tipo que acaba de sacarla a bailar. Yo bailo con el Camilo "apretado" Varela, y resulta ser el tipejo más chistoso con el que he bailado. Hace unos pasos tan extraños, como si se electrocutara y tuviera una mano en la espalda... y como estoy en las nubes, pienso que tal vez se trate de un dolor de espalda mezclado con tics neruronales y por eso hace gestos tan graciosos. A mi lado, dos amigos bailan abrazados tiernamente y luego hacen el paso del robot. Me llevo el vaso se vodka a la boca -lo sé, mentí y sí tomé, pero poquito- y sólo quedan restos de hielos rotos. Observo el escenario, y el tipo que anima se lleva la botella de cerveza a la boca y canta la canción que suena pero no se sabe la letra. Miro hacia otro lado y hay una pantalla que muestra el conocido classic proyect, y salen mujeres en diminutos bikinis y unas piernas cuyo fin es una tele y calzan taco alto. ¿Por qué me parece tan extraño? Una mina pasa por mi lado y me pega un codazo, yo la miro, ella da vuelta su melena clara y me parece conocida. Ella me mira horrendo y yo no entiendo nada. Seguimos bailando regeton, yo ruego porque cambien la música y efectivamente lo hacen, pero empieza a sonar las típicas canciones noventeras que a nadie le gusta pero todos se saben.. "oye mi amor no me digas que no" dice la voz del vocalista de maná... "porque yo, no quiero trabajar, no quiero ir a estudiar", suena metallica, cerati y la gente empieza a pifiar.
Les digo a mis amigos que vayamos a sentarnos un rato, y cuando nos vamos, nos damos cuenta de que hay un tipo que representa unos 35 años, viste chaqueta de cuero y tiene un vaso de un líquido incoloro en su mano izquierda, y se mueve solo cerca del escenario bailando como una gogo dancer. Pero a él no le importa, todos lo miran, todos se ríen de él pero ni se inmuta. No quiero que suene como a alguien que se atreve a pasarlo bien, ni nada parecido, porque realmente da pena, no sé si está drogado o tal vez no es de este pueblo maldito que todos te conocen, pero se mueve tan extraño, como si intentara reproducir un extraño baile de personajes de Star Wars.
Decidimos irnos a comer a un lugar llamado "hot dog bus". Entramos en la camioneta y recordamos que una vez Camilo le compró un celular robado a un delincuente por cinco lucas. "¿Querís comprar otro celular?", lo molestan.
Estamos estacionando y yo saco mi grabadora y comienzo a registrar:
- ¿niños nos vamos a bajar? - pregunta la Javiera.
- weon, toi caga de sueño, mañana tengo prueba a las ocho - dice la rozio muerta de la risa
- cochemimareeeeeeeeeee.... - se escucha
- estoy como volado, siento todo rato, como que siento que me miran raro, siento todo raro - dice arrastrando las palabras, el apreadito .
- ¿Estudiaste todo lo que teniai que estudiar Rozio? - alguien pregunta
- La Rozio estudió su nombre no más, pa ponerlo en la prueba - responde el apretado
- El nombre, el curso y la fecha -agrega el Pino ahogandose de la risa
- puta la hueá
- no si, igual estoy raro
- ...papas fritas, ni cagando completo...
- ...aulas de diversidad...
- ¿Aulas son las siglas de que universidad? - pregunto yo
- weona aula, de aulas de clases... jajajajajajaja es como el "televai"
- oyeeee yo no lo dije con esa intención - protesto yo - era de "te elevas"
- amiga yo te entendí en el momento - dice la Javiera.
Jajajajajajajajajajaja
- Lo que pasa - explico yo - es que cuando ibamos llegando a Valparaíso en nuestro viaje, yo le dije a la Javiera que no fumara cigarro porque "te elevay" a la mierda. De "te elevas"... no de "te le vay" jajajajajajajaja
- te le fuiste - dice la rozio jajajaja
- callate mierda - grita el apretado - me siento raro
- oye estamos empañando los vidrios tai longi
- vos soy
- ¿Quien pierde medio kilo?
- ¿Cómo te fumay la lechuga weon?
- ¿hay gente que fuma té?
Luego la conversación deriva a un tema que no voy a exponer aquí por su alto contenido de imporperios acerca de algo que no les contaré pero que alude a mi persona.
Comemos 4 canastos de papas fritas con exceso de aceite, dos completos y una kem piña de litro y medio. Nos reímos escandalosamente, al lado hay un perro que intenta montar a otro perro y dicen: "camilo ya para po". Al final, nos subimos a la camioneta y soy la primera en ir a casa. Saco las llaves, no huelo a trago porque me tomé tres sorbos de un vodka aguado y asqueroso, entro a la casa muy callada, el Igor me recibe lentamente, estaba durmie acurrucado junto a mi hermana, voy a darle un beso de buenas noches a mi mamá para que sepa que llegue bien, me pongo el pijama y me acuesto con el Igor al lado. Mi perro suspira, acerca su humeda nariz a mi rostro y me langüetea la mejilla. Yo estoy cansada, ni siquiera tengo fuerzas para limpiarme la cara. Me quedo dormida y el Igor se acurruca cerca de mi oído.

jueves, 17 de julio de 2008

Un acierto y una decadencia cinematográfica

Creo que hay pocas cosas en la vida, tan dulces como el primer puñado de palomitas de maiz tibias, recien salidas de las máquinas cuadradas manejadas por adolescentes con espinillas que se esmeran por derramar el vaso de bebida. ¿Verdad que algo tiene de místico pasarle el ticket de entrada a la persona que te indica en qué sala se presenta la función?
Luego te sientas, y ruegas porque atrás tuyo no haya alguna persona que le guste patear asientos, que abajo no haya un tipo alto o con sombrero ni que al lado te toque una señora con un niño pequeño que se dedique a gritar toda la película. Empiezas a tragar pop corn y sonríes mientras ves las sinópsis.
Les cuento que fui a ver las dos películas más fuertes de la parrilla cinemátografica infantil para estas vacaciones de invierno. Fui con la ambigua sensación de que no es tan malo tener veintiún años y estar rodeada de niños, y con la secreta esperanza de que tragarme un paquete gigante de palomitas no me hará crecer hacia los lados.
Empezamos por Wall-E. Esta historia es tierna, con un tema poco tocado y emotiva. Es la historia de un pequeño robot que se dedica a compactar cubos de basura (toneladas esparcidas por todos lados) y que vive solo en nuestro planeta, ya que toda la gente fue desalojada hacia transbordadores espaciales que funcionaban como maravillosos hoteles cuyas personas se desplazaban por medio de sillas flotantes debido a sus sobrepesos desmedidos, pues el sedentarismo y la contaminación habían acabado con sus vidas útiles.
Wall-E desarrolló emociones y la visita de un robot enviado por el transbordador espacial, en busca de vida natural en la tierra, le mostró el amor. Y se pone realmente tonto, un robot enamorado, una planta en una bota, pequeños raccontos de musicales antiguos, gordos fofos tratando de ponerse de pie, robots neuróticos y un piloto decidido, son los ingredientes de esta comedia de pixar que toca el tema del calentamiento global.
Es súper linda, los personajes principales practicamente no hablan (en realidad son como pokemones, porque sólo se remiten a pronunciar sus respectivos nombres), es una mirada optimista del mundo globalizado del futuro.
Kung Fu Panda, es la película más fome del mundo, después de Spirit "el corcel indomable". Creo que hasta esa novela del canal 13 que se llamaba "Santiago city" era más entretenida que ver a un oso panda obeso mórbido, con voz de feriante y chistes pasados de moda, moverse como un karateka. La película es aburrida, no tiene fondo, el final es demasiado predecible y ridículo.
Pero lamentablemente, en aspecto cultural, nací en Chile (Sólo me quejo de la cultura, por el contrario, amo a mi pasís) y tengo que soportar que más de dos tercios de las personas de la sala se rían de una película tan mala porque el trasero del panda cayó sobre la cara del antagonista de la historia. Yo no sé porqué la gente en general tiene tan mal gusto.
Me cargó, y jamás volveré a entrar a ver una película de animales enfundados en kimonos.

Todo lo hago mal

No lavo bien los platos. No puedo quejarme de que la película de cine es fome porque si lo digo, todos se van en mi contra porque "les arruino el día". Todo lo que pienso es extremo, y además me critican si no digo lo que pienso.
Siempre lloro en el mismo pedazo de ventana de la cocina, y me autoconvenzo, "no lo hagas, no tendría sentido tirarme por la ventana". Todo lo que quiero es que me dejen ser yo y que paren de criticarme. No voy a cambiar, nadie puede modificar mi mundo, no pueden tocar mis mente, no van a controlar mis impulsos y no van a reprimirme mis sentimientos. Pocos me entienden, y pocos comprenden que sólo quiero respirar tranquilidad.
Todo lo que quiero es que me dejen en paz.

lunes, 7 de julio de 2008

Las desventuras de Marisour

Mi madre se llama Marisol y tiene una suerte de los mil demonios. Es un poco fanática de probar (sólo probar) los pisco sours, es por ello que entre mi grupo de amigos cercanos, se ganó el apodo de Marisour. Maneja un auto de color muy fleto, y le encanta escuchar la radio Corazón pese a que yo le digo que me carga que le suba el volumen cuando suena una cumbia. Ella le levanta el dedo de al medio al tipo que se disfraza de barney en el centro y tiene una aficción desmesurada por Chayanne.

Su vida ha estado llena de altos y bajos. Si yo pudiera relatarles cada una de las enfermedades que la ha tenido al borde de la muerte, no terminaría de escribir hoy. Porque Marisour es muy especial. Les contaré datos freaks que recuerdo en este instante de inspiración.

Tenía un desodorante ambiental dentro del auto aquel día de otoño en la sofocante ciudad de Copiapó. Hacía un calor insoportabley el desodorante no aguanto demasiado. Explotó, destruyendo los vidrios del auto y consiguiendo un breve artículo en el diario Atacama al día siguiente.

Un día, manejando aquel auto cuyos vidrios habían sido reemplazados por un triste pedazo de plástico (no había plata para reponer los cristales) mi hermana chica, que en aquel entonces no tenía más de tres años, asomaba su deforme y chascona figura por la ventana mientras Marisour daba una vuelta por la plaza. De pronto, se siente una sirena de policias y alguien dice por un altavoz: "señora, meta la guagua dentro del vehículo". Que episodio más bochornoso.

Recuerdo que Marisour fue al circo y lejos disfrutar la función, terminó internada en un centro asistencial médico con claros sintomas de salmonela al tragarse una manzana confitada que había sido manipulada por quizás que antihiénicas manos.

Marisour también ha sido víctima de problemas dentales. Hace poco, mordió un mango y un diente quedó insertado dentro de la fruta.

También ha gritado eufórica en varios conciertos de Chayanne, donde agradezco a Dios no haberla visto, porque intuyo que pudo haber echo el ridículo lanzandole los calzones al escenario.

Y me quedan muchas más cosas que agregar pero ya me pilló que estoy escribiendo sobre ella así que después les cuento más.

Dolor de muelas

Sufro de un dolor de muelas endemoniados por comerme medio kilo de calugas pelayo. No crean que me enorgullece delatar mi gula ante ustedes, pero debo reconocer que no me sé lavar bien los dientes y que sufro con el enjuague buscal porque hace que me salgan lagrimitas de cocodrilo.
Les cuento que yo tenía un tío que intentó suicidarse por un dolor de muelas, es casi tan patético como cuando Tom Hanks se sacó una muela con el filo de un patín de hielo estando absolutamente solo en aquella inhóspita isla.
Pero no quiero hablarles de mi tío suicida, cuya esposa lo pilló con la pistola en la mano, ni de los papeles trágicos de aquel actor Hollywoodense. Les quiero hablar de mi dolor. Mi dolor personal e intransferible. Porque cuando te duele la muela, no puedes leer ni concentrarte en el mejor programa de la tele, cuando te duele un molar no puedes mascar por el lado doloroso, no puedes tomar coca cola helada ni fumar porque el dolor es insoportable. Lo peor en mi caso, es que ni me puedo quejar porque mi papá es dentista, y eso de que no hay peor colmo que en casa de herrero haya cuchillo de palo, toma bastante coherencia ahora que lo miro desde un punto de vista ibuprofénicamente hablando. Ahora me guardaré el dolor porque me tinca que mi mamá me retará si sabe que mi última consulta al dentista fue cuando me sacaron los frenillos.

Lo que no nos gusta de los hombres

¿Por qué ellos piensan que se ven bien? Qué creen ustedes mujeres, pasará por la cabeza de estos personajes rebosantes de testosterona cuando insisten por empeorar sus aspectos físicos, afeándose con accesorios inútiles en sus pocos agraciados cuerpos.Ellos creen que matan y a nosotras nos da risa. Hoy hablé con algunas compañeras y les pregunté qué encontraban ridículo y/o picante en un hombre.Empezando por los cortes de pelo. ¿Por qué ellos creen que se ven bien con el pelo largo? O sea, si no tienes una contextura de típico surfista de Maui, no uses el pelo largo, negro, caucásico y con partidura al medio. Uno, porque a las mujeres nos desagrada el pelo largo y dos, porque a veces morimos de envidia al ver que sus pelos lais están mejor cuidados que los nuestros. Tampoco uses corte de pelo militar y menos una chocopanda horrenda con una trencita bahiana. No nos gusta, nos desagrada en demasía. ¿Por qué insisten en usar lentes polarizados, pequeños y con bordes de colores? ¿Por qué usan sudaderas si no tienen brazos tonificados que mostrar? ¿Por qué usan zapatos de colegio si no van al colegio? ¿Por qué usan camisetas de fútbol y zapatillas de skater a la vez?Pero por muy bien vestido y por muy estupendo que sea el hombre en cuestión, nos desagrada enormemente que hablen con la papa en la boca o que se les salga el “sh”, que hagan ese sonido horrendo al escupir, que se saquen los mocos cuando van manejando y creen que nadie los ve, que hagan pipí en la calle o que caminen con las piernas abiertas como si no se hubieran aguantado las ganas de ir al baño.Yo me pregunto, ¿Por qué insisten en echarse gel y simular rizos desordenados cuando tienen el pelo lacio y desastroso? ¿Por qué juegan nintendo con la boca abierta y cuando logran pasar de nivel saltan como energúmenos desaforados? ¿Por qué no se cambian los calcetines todos los días? ¿Ellos esperan tres semanas, para que los hongos produzcan vida propia?¿Por qué les gusta el fútbol? Son sólo veintidós pelotas persiguiendo otra pelota. ¿Por qué eructan cuando toman cerveza? y además se sienten muy machitos si sus eructos son estruendosos. ¿Por qué compiten entre ellos porque sus “cositas” son más grandes que las “cositas” del compañero de al lado? ¿Por qué le dicen ¡¡¡Slips!!! A los calzoncillos?.Si dicen que es complicado comprender la retorcida y maquiavélica mente femenina, entender que a ustedes los hombres les encante andar con short, polera desteñida, calcetines con condoritos, y un jockey de red nos parece aún más incomprensible.

sábado, 5 de julio de 2008

Me rio cuando recuerdo...


No es tan malo recordar. Me rio cuando recuerdo algunas cosas.
Pero me rio de las que son bien absurdas, esas anécdotas que cuando las cuentas estando en un grupo, nadie se ríe porque suenan estúpidas y sin sentido. Esas historias cortas e inspiradoras, que me motivan a reproducir un sábado por la noche luego de llenarme la cabeza de basura telemaniáca (del SONY, obviamente). Si queremos estupideces de calidad, tenemos que ver saturday night live, por ejemplo.

Recuerdo a propósito de ése programa, ver a un amigo atorándose con maní por reírse de un sketch que decia: "Según un estudio en Estados Unidos, el nombre más común para un perro es Max, y el menos común es Sadam Bon Brog". Estúpido con ganas. Me reí tanto que boté coca cola de mi boca y los dejé a todos pegajoso. Súper femenino de mi parte revelarles esa información que creo que me perjudicará algún día cuando sea una periodista seria y respetada.

En fin... recuerdo (y me da risa recordar) cuando con un amigo solíamos arrancarnos de la clase de religión a las tres de la tarde y nos ibamos a un salón dónde a veces se rezaba, y ahí mismo nos poníamos a fumar cigarros baratos, sin saber siquiera aspirar el humo. Yo me dedicaba a pintarme de rojo las uñas de los pies y el luchaba con sus ganas de ir al baño que le provocaba el fumar a esa hora.

Un amigo de un amigo, se atoró con la tapa de una lapicera en plena clase de matemáticas, luego bajando las escaleras como un energumeno en plena operación dasy chocó con el palo de la bandera y quedó inconsciente en el suelo, pero antes fue amarrado por medio kilómetro de banderitas plásticas, y quedando como panqueque en medio del patio todos se rieron de él. En realidad no es un amigo de un amigo, es mi mejor amigo, pero me matará si sabe que les cuento esto, se llama Milenko Bogdanic y algún día me dirá que soy una perra por escribirlo aquí.

viernes, 4 de julio de 2008

Delirio Lingüistico

Me siento como un vejestorio al ver que los preadolescentes utilizan términos extraídos de messenguer, con el fin de ahorrarse la lata de teclear de más, en el computador. Son miles las palabras que se han visto destruidas morfológicamente, o han sido alteradas al cambiarles uno de sus componentes por otra letra cuyo sonido es el mismo pero ensucian el texto de manera considerable.

¿Mientras más horrible escribes, más bacán te ves frente a tus pares?

Yo recuerdo mis primeros pasos en la cibernáutica emocionalidad de los foros y fotologs iniciales hace ya varios años atrás. No sabía lo que era messenguer. Les hablo de aquellos tiempos, cuando el boom del ICQ caía y daba paso a este nuevo magnate de las comunicaciones vía mensajes de texto. Yo de verdad que no entendía nada. Hasta que por razones obvias, un amigo se sentó a mi lado y me enseñó que con alt + control + Q podía hacer aparecer una arroba que me serviría para crear un correo electrónico con el cual podía acceder a un sinfín de posibilidades comunicacionales.

Con mis amigos nos poníamos de acuerdo en las mañanas en el colegio, para acordar la hora exacta de conexión y encontrarnos en la nebulosa inexistente de la red. Hablábamos cosas superficiales, nos mandábamos los emoticones más rudimentales (msn versión 4.5), y era impensado creer que algún día podríamos vernos las caras y oírnos a través de una videoconferencia. Aún así, estábamos contentos con mandarnos caritas sonrientes y planear panoramas de viernes por la noche con pizza y coca cola.

Porque éramos sanos. No tomábamos alcohol, y no destruíamos el lenguaje.

Vuelvo al comienzo. Me siento como una vieja prehistórica hablando de idiomas, pero odio que todo se transgiverse. Trato de auto convencerme de que mi teoría acerca del inicio de la “x” en reemplazo de la “ch” se dio cuando empezó la moda de la música axé (aché), ¡claro! Ahora te podías ahorrar una letra al escribir xaleco, xanxo, xayanne, y mil estupideces más.

O el ejemplo que menos comprendo; de verdad que no entiendo para qué cambiaron las “c” por las “k”, ahí no te ahorras ninguna letra y se ve poco estilístico en un texto, leer: “la kasa de karlos es kómoda porke tiene un xanxo”. Vayan a leerles eso a sus abuelitas.

Yo me quejo, y no niego haber ocupado diminutivos en algún minuto de mi vida, pero intento no dar pie para que las nuevas “degeneraciones” de preadolescentes se llenen la cabeza con la cultura animé que nos entregan formas computacionales tan triviales como: T_T , u.u , ¬¬ y vaya uno a saber cuanta más basura cibernética nos meten los chinos por las orejas y ni nos damos cuenta.

¡No dejes que invadan tus pensamientos, no sigas a la masa con faltas ortográficas!

Xau y los kiero muxo a todooohz x.x

(8) si sabes que esto es una nota musical, ya cagaste: estas en la masa digital.

Amor de los noventa

El publicista de los “Doritos” merece una ovación. Que vuelvan los lentos fue la consigna de éste primer semestre y miles de chilenos nos sumamos a la gran cruzada por traer de vuelta el romance de aquel último tema en las pistas de baile, donde era el momento de acercar tu mejilla hacia la de tu pareja y soñar que vives un final feliz de película.


Ahora, olvidémonos un poquito del romance y caigamos en tierra firme, nuestra realidad de reggeton y su desenfreno en las pistas donde no perrear hasta abajo es un crimen. Las niñas mueven la cintura mostrando sus piercings y tatuajes en zonas estratégicas, donde sé que mi madre no me dejaría salir de la casa sin antes tapar. Los niños mientras más abajo tengan los pantalones, y más largas y lisas tengan las patillas, más bacánes son.


Antes, el muchacho enamorado escribía una carta con lápiz grafito sobre una hoja de cuaderno, que una vez doblada pasaba de mano en mano hasta llegar a la destinataria cuyos suspiros terminaban por concluir el acto de enamoramiento. Ahora, los niños se toquetean en discos diurnas, previo mensaje de texto al celular, del tipo: “tay via ke me gustay, ponciemos?”


¿Cómo será en cinco años más?


No quiero ni imaginar.

miércoles, 2 de julio de 2008

¡¡ Hay !!

Supongamos que usted se encuentra en la disyuntiva de elegir a un miembro de su familia cuya vida se pretende conservar. El resto morirá trágicamente, incluyéndolo a usted. Sin embargo, la persona que conservará la vida olvidará por completo que usted dió su vida y la de los demás por salvar a aquella.
¿A quien salvas?
Supongamos que estás atrapado en una nave espacial. Y los alienígenas que te miran con cara de sicópatas trás el frasco de cristal quieren hacer mermelada con tu hígado. Aún así, mágicamente, hay un botón cerca de tu mano, que al presionarlo destruirá por completo el objeto volador no identificado.
¿Lo presionas aunque te cueste la vida?
Que hariamos todos nosotros, como humanidad carente de sensibilidad, si supieramos que un meteorito caerá el 2012 tan cerca de la tierra, que con sólo rozarlo provocará la salida de órbita del globo y nos hará volar por un agujero negro, mientras Stephen Hawking se rie en su silla de ruedas y presiona botones para simular una mecánica risa "ja ja ja" (porque el pobrecito creo que ni puede tragar compota de manzana). Yo me reiría junto a Stephen Hawking, creo que sería la muerte más digna para todos los terrícolas. Hemos hecho tanto daño que no nos merecemos ni la mitad del paraíso.

El miedo que le tengo al dentista


Me trago una pizza y tomo coca cola de la botella. Trato de ordenar las ideas que hoy me tienen un poco hiperventilada y pienso a ratos en cosas tan triviales como el suicidio y los finales de películas alemánas de bajo presupuesto.

Y pienso en los miedos del alma que me carcomen cuando te siento lejos y no me espantas los malos ratos. No me gusta pensar en el dolor físico que conlleva a un dolor mental próximo. Como cuando mastico una caluga de frutilla demasiado dura y me doy cuenta de que se me quedó pegada en una muela, y al intentar sacarla, me saco un pedazo de muela y queda el desparrámo de carie, sangre, gritos e intentos desesperados por detener la hemorragia sin perderle el gusto a la caluga de frutilla.

Y me siento a esperar que el doctor se desocupe.

Me envuelve ése olor desagradable a flúor de menta de laboratorio.

Tiene un delantal blanco con una pequeña muela gris con carita feliz, bordada en el bolsillo. Está lleno de canas y tiene una cicatriz en la mano diestra. Soy la última paciente de la noche, y entro despacio a la habitación blanca donde me espera la silla de la tortura llena de manillas plásticas y metálicas con pequeños recovecos donde guarda algodón prensado y herramientas parecidas a agujas y palillos grises. Me siento en la silla y el doctor me mira y me dice:

- Abre la boca, María Luisa

- No quiero papá, dejame la muela así no más

- Abre la boca, María Luisa

- ¿Me va a doler?

- Abre la boca

- Pero...

- ¡María Luisa!

Y por primera vez en mi vida, le agradezco a mis padres ponerme un nombre compuesto, porque dos segundos más sin que él me intrusee mis molares, es un alivio inmenso.

Suena esa maquina que salpica agua (quiero creer que es eso y no otra cosa), veo una inyección y empiezo a temblar. El doctor me dice que si me quedo quieta me va a comprar lo que quiera cuando salgamos de la habitación. Yo no le creo. Aún así me quedo quieta. Cierro los ojos. Los abro y el doctor tiene el entrecejo fruncido y murmura: "Cuando será el día en que aprendas a lavarte los dientes...".

Y un flash back viene a mí con tanta nitidez que hasta siento el aroma de aquel enjuague bucal descontinuado, hace ya muchos años atrás. El papá está arrodillado en el piso del baño y le mete el cepillo de dientes a la niña pequeña y gorda que llora desesperada porque dice que odia el sabor de la pasta de dientes (que a escondidas se come cuando nadie la observa). ¡¡No puedo tener una hija con caries, María Luisa!!... ¿Qué, acaso no era yo la hija del saco?

Volvemos a la realidad, y me encuentro con un algodón en la boca y con una expresión de enojo. Vamos en el auto y no me ha comprado lo que pedí. Mi papá me cuenta que la Mona Lisa es la pintura más absurda del Louvre, porque es pequeña y sin gracia. Le pregunto sobre Watergate y no tiene idea de nada. Ahora me cuenta que en su época no le gustaban los Beatles porque no entendía que decían sus letras.

Y termino de comprender que el miedo que le tengo al dentista no es otra cosa, que el miedo a perder el hilo de la conversación con mi padre. Claro, es imposible hablar bien si una maquina te traga la saliva y tienes cara de imbécil durante cuarenta y cinco minutos.